No es que yo sea muy fan de la Navidad pero la verdad es que después de dos años de no-Navidad, este año quiero que ese espíritu del que se habla en las películas, inunde mi casa, mi vida y a mi familia.
La verdad es que ya estoy harta de negatividad, de tristeza y de malos rollos. Ahora no es que todo sea maravilloso pero podía ser peor, como ya lo fue y como espero que no vuelva así que llevo días, semanas, meses con actitud positiva. No quiero tristeza, no quiero negatividad, quiero sonreir, como siempre he sonreído, como la gente me recuerda.
Y sí, ese es mi estado actual.
Quizás sea frívolo pronunciar estas palabras cuando el panorama está como está pero después de analizarlo mucho, he llegado a la conclusión de que no porque yo esté triste o feliz, esto va a cambiar, por el contrario, mi vida sí.
Soy feliz, estoy feliz. Y quiero que el mundo lo sepa.
¿Y a qué viene toda esta exaltación de alegría y positivismo?
Pues a que este año, por fin, voy a escribir mi carta a los Reyes Magos, porque tengo ilusión y porque me apetece. Así que ahí va, espero que los Reyes, a parte de leer cartas de niños, lean blogs de algún adulto invisible...
- Un anillo de este tipo:
- Un bolso como estos:
- Un reloj así:
- Cualquier camiseta de rayas:
- Unas zapatillas de este tipo:
- Esta manta y estas toallas:
- Unas gafas como estas:
- Otra ilustración de Esti:
- Mi perfume y la suscripción a Kinfolk:
No pido libros porque me duermo, no pido películas porque las que quiero, están en camino, no pido cuadernos porque aunque haya cien mil en mi lista, primero tengo que gastar los que tengo. Y no pido más, básicamente, porque me da vergüenza.
De cualquier modo, queridos Reyes Magos, si aún con estas pistas tenéis dudas, os podéis pasar por mi Pinterest: http://pinterest.com/beatrizagudo/
Por supuesto esto es lo tangible, lo material, lo que en mayor o menor medida se puede... El viaje a Australia me lo reservo para cuando sea mayor...
